Están todos los que son, o somos todos los que estamos

Hola a tod@s!

Publicamos en nuestro Blog un artículo que escribió Vicente para la revista «Tendiendo Puentes» de COAG, sobre qué mercado ecológico queremos.

ESTÁN TODOS LOS QUE SON, O SOMOS TODOS LOS QUE ESTAMOS.

Ya hace algún tiempo que comentamos entre gente inquieta y decidida , dentro del movimiento de agricultura ecológica, reflexiones que me gustaría compartir, que nos ayuden a ir creando mundo.

Nos encontramos en uno de esos momentos»dulces» que nos brinda la historia en sus altibajos casi imprevisibles.

Vivimos un momento de expansión de la agricultura ecológica, biodinámica, agrocultura, …., es un hecho. Tiene que ver con la labor de trabajo y difusión que se ha llevado a cabo durante décadas, pero renovada y enriquecida con nuevas formas de ver la vida. Valores que añadimos conforme caminamos. La creatividad y el entusiasmo nos llevan adelante en este mundo convulso y resbaladizo. nos une una especie de decisión común. Eso que llamamos conciencia.

Y, al mismo tiempo, nos rodean una serie de estrategias aturdidoras, muy profesionalmente elaboradas, por parte de las grandes cadenas de distribución y de los sectores  de la producción transnacional del capital. Me refiero a tanta propaganda  «sostenible» de tanto producto indeseable e innecesario para este mundo que ,parece, que queremos construir. Es evidente que estas»mentes pensantes» se están apropiando tanto de nuestros valores, como de nuestro discurso, para crear un marketing de nueva definición, que busca despistar y decantar hacia sus objetivos a todas aquellas personas que están sintiendo que en este mundo  faltan unos valores para vivir mejor. Desde luego es más inteligente absorver, que oponerse y enfrentarse. «Vendamos vuestras espectativas de futuro», y, así, nuestro dinero volverá a ponerse en nuestra contra enriqueciendo al capital.Y, mientras, se sigue aumentando la huella de carbono, las diferencias sociales, el acaparamiento de tierras, el aumento de los beneficios para unos pocos.

Es, creo, ahora, más que nunca, cuando debemos actuar con gran entusiasmo contagioso en la construcción de nuevas alternativas saludables del «mercado», y no seguir languideciendo en consumir hasta morir.  Agricultores en general, y consumidores, tenemos que establecer todo tipo de lazos de complicidad y confianza. Apoyarnos en grupos de consumo, mercados, venta directa, que ya lo hacemos, y crear nuevas redes e interacciones. Disfrutar con alegría de abrirnos a nuestra riqueza diversa y variada, como nuestros anhelos.Practicar la tolerancia para con todos los sectores, opiniones y tendencias que conformamos ese «sentir» común tan variado.

Frenar la locura consumista empieza por uno mismo, y por como nos queramos tratar.El capital nunca nos podrá ofertar la riqueza que podemos generar, sólo sabe absorver la que le damos por no crear. El sistema nos encorseta  en avales de garantía.Pero nuestra actitud es que en vez de limitarnos a sus exigencias, las buscamos superar cuando incorporamos y relacionamos técnicas agroecológicas con medidas sociales y medioambientales. Disminuyendo la huella de carbono, las desigualdades, creando refugios de diversidad y redes comerciales justas, de economía real y palpable.

Hay una ofensiva articulada y dirigida a nuestra indefensión que duerme en la comodidad y la huída  del estrés de la injusticia que nos rodea.Agotados mentalmente, acudimos exhaustos a consumir valores falsos. Pero esa satisfacción aparente se convierte trágicamente en nueva desazón. Aleja a la persona de una de sus necesidades más patentes, la de crear, así como ser feliz.

Tenemos en nuestras manos la posibilidad cada vez más real de construir un mundo tan variado como son sus realidades, adecuado a nuestras necesidades, enriquecido por valores culturales rescatados de tristes e injustas profundidades, y toda una fresca brisa de conciencia creativa. La economía y el mercado para la dignidad de la persona y del mundo, frente a la maximización del beneficio depredador.
Algunos se sentirán frente a un abismo de prejuicios económicos y sociales, que no son suyos, al leer estas letras. Fijaros en la gente que los va superando ya.¡Qué decidido y claro lo tiene!, y, encima, se lo pasan bien, han descubierto muchas nuevas oportunidades para disfrutar, para sentir fluir la dignidad a su alrededor, conocedores de contribuir a un cambio silencioso y profundo, imprevisible pero positivo, en el hacer de cada día, en una especie de nueva rutina liberadora.

Nuestra agricultura y nuestro mercado de nuestra economía, son un alimento, que es un medicamento, pero no sólo para el cuerpo, sino para la salud del entorno y  del planeta. Que cura las llagas de la injusticia y la sinrazón; si nos ponemos manos a la obra.No dejemos pasar la oportunidad de oro de aportar dignidad a nuestra existencia, disfrutemos el momento, recuperemos nuestra vida.

Vicente Bordera
Para más información, ver la declaración de Nyeleni
http://www.nyeleni.org/IMG/pdf/DeclNyeleni-es.pdf
Un Saludo